El próximo mes de enero entra en vigor el nuevo impuesto a todos los envases de plástico no reutilizables.
El Gobierno pretende recaudar con él 456 millones de euros al año. En contra, todo el sector del gran consumo, que sólo ve afán recaudatorio. Advierten que va a suponer un sobrecoste para el ciudadano, que ya sufre las consecuencias de la inflación.
La medida a partir de enero trae más impuestos y, por tanto, envases más caros. Desde unos guantes, a bridas de plástico o productos de envoltorios alimenticios. Afectará a todo tipo de plásticos de un sólo uso, por eso los principales sectores de consumo, desde la hostelería al textil, reclaman al Gobierno el aplazamiento de este impuesto.
Aseguran que será España el único país de la Unión Europea en el que entre en vigor este impuesto en enero. Y alertan de que añade un sobrecoste y más presiones inflacionistas en un momento crítico para la economía. Calculan que la medida tendrá un impacto directo de 690 millones de euros.
Aseguran estas asociaciones que la medida tiene un gran impacto sobre las exportaciones y puede constituir un freno a la inversión en nuestro país. Además, España está entre los mercados europeos con mayores porcentajes de reciclaje de los envases de plástico.
Mientras, el Gobierno ha reconocido una recaudación extra por vía impositiva por la inflación que supera los 32.000 millones de euros.