El sector de la construcción esta viviendo un bienio de oro gracias a la obra pública que se afrontará con los fondos europeos, a la que hay que añadir las del sector privado y la demanda de viviendas. Para afrontar este reto, las empresas necesitan 700.000 empleados y proponen, entre otras vías, reclutar trabajadores extranjeros e incorporar a inmigrantes irregulares.
Por primera vez, el Sepe ha autorizado que las empresas contraten en el extranjero a profesionales del sector de la carpintería metálica, electricistas y gruistas.
Ha agilizado también las contrataciones colectivas en origen con 21 países la mayoría africanos y latinoamericanos, los empresarios piden que se adapten a las necesidades del sector y que se facilite el arraigo por formación a los que ya están aquí.