En Orusco de Tajuña cuentan con nuevas vecinas: Orus y Caspian, que son dos de las 15 cabras que integran el nuevo Rebaño Municipal.
Una iniciativa del Ayuntamiento que busca, por un lado recuperar el pastoreo para protegerse de los incendios forestales, pero también recuperar tradiciones.
Bonifacio necesitaba eliminar las malas hierbas de su finca para plantar tomates y ha llamado al rebaño municipal. Pero el desbroce de parcelas no es la única función de estas cabras, todas macho, y que son de una raza autóctona madrileña, la 'Guadarrameña', que está en peligro de extinción.
Orus y sus compañeros son el segundo rebaño bombero municipal de nuestra región. En jornadas de pastoreo limpian el monte para evitar incendios.
Son parte de un programa más amplio de sostenibilidad en el municipio. "Se trata de volver a nuestras raíces, de tener una economía circular, con este rebaño que nos ayuda a la eliminación de residuos", señala Vanesa Gracia, su alcaldesa.
Son también un ahorro para las arcas municipales, por ejemplo, en la poda. Además, los niños del pueblo van a poder aprender más sobre estos animales.
Orusco, con esta iniciativa, protege también su raza. Y con ellas volvemos a nuestras raíces, siendo más sostenibles.