Las redes sociales están creando un problema en la piel de cientos de niñas, muchas de apenas 10 años. Copian las rutinas de cuidado en la piel que ven en redes y además publican qué cremas usan y hasta los 'peelings' que se hacen.
En muchos casos, utilizan productos peligrosos para su piel y que pueden producirles quemaduras, dermatitis o acné.
En la era de las redes sociales y la exposición pública continua, la tiranía de la imagen aflora nuevos trastornos. Como la cosmeticorexia. Y cada vez, a edades más tempranas.
“Están buscando verse más bellos, no están buscando el mantener una piel sana y esto es lo que nos debería alarmar y preocupar”, dice Helena Rodero, farmacéutica.
Niñas a partir de diez años obsesionadas por los cosméticos y productos de belleza. Adictas a su compra y uso compulsivo, porque se lo han visto a las infuencers de turno.
“Todo aquello que ocurre en las redes sociales, muchas veces y por desgracia no es real y es solamente una ilusión, una idea”, explica Natalia Olmo, fundadora de Maminat.
Una práctica, que tiene riesgos tanto físicos, para la propia piel de las adolescentes, porque la mayoría de cremas y tratamientos no están indicados para su edad. “Esas pieles, que no están maduras y que no necesitan ese tipo de activos puedan sufrir una irritación o incluso quemadura”, señala Rodero.
Y en mayor medida, psicológicos: desde problemas de autoestima a ansiedad o depresión e incluso trastornos alimentícios.“El trabajo de los padres en este sentido tiene que ser el de ayudar a sus hijos a un trabajo de aceptación de quienes son y evitar estas obsesiones que solamente hacen aumentar las ventas de las marcas de cosmética”, comenta Olmo.
Si existe un verdadero problema en la piel de los adolescentes, lo mejor es acudir a un dermatólogo.