Una de las mejores formas para huir del calor es evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, vestir ropa ligera o beber mucha agua, y para el disfrute está tomarse una tarrina o cucurucho de helado.
Los Alpes es la heladería más antigua de Madrid. Fundada en 1950, en un inicio ofrecía 8 sabores de helados, que han ido en aumento hasta los más de 120 sabores que se pueden degustar a día de hoy, algunos tan singulares como el de aceite de oliva o el de queso de burrata con albahaca. De hecho, en verano, este obrador puede llegar a elaborar hasta 700 kilos de helado.
Lo primero que hace, y más importante, es pasteurizar la leche para matar gérmenes y homogeneizar las mezclas. Una vez se tenga la base del producto, es importante que la materia prima sea de primera calidad, de ahí que incluyan en sus ingredientes fresas ecológicas recolectadas en Madrid o los mejor valorados pistachos sicilianos.
Todo esto da como resultado un producto de alta calidad destinado a una clientela fiel y familiar que llevan acudiendo a la heladería desde su infancia. “Desde que éramos pequeñas veníamos y hemos dicho hoy de tomarnos un helado en nuestra heladería favorita” ha dicho una clienta habitual.
Si bien su producto estrella es el helado, en los últimos años ha crecido la demanda de granizados de frutas y horchatas, especialmente en los meses de verano. Y por si no fuera poco, la carta de productos no deja de crecer con dulces como mantecados, sorbetes de sabores o los chocolates de limón.
Además, sirve también a restaurantes y confiterías, y o si el cliente lo prefiere puede hacer un perdido y llevárselo a casa.