En las páginas web más conocidas se comercia con medicamentos que necesitan receta.
Son en su mayoría fármacos sobrantes a los que mucha gente intenta sacarles algo de rentabilidad.
Desde pomadas más o menos inocuas a potentes tranquilizantes. Los farmacéuticos advierten: es una práctica ilegal y que pone en riesgo la salud.