No hay un descanso para los olivares españoles. La buena cosecha que se preveía para este otoño está en peligro. La plaga más catastrófica, la de la mosca del olivo, se ha empezado a detectar en Andalucía, la comunidad autónoma con mayor producción de aceite.
En Córdoba, Huelva y Sevilla ya hay olivares afectados. Las lluvias y las temperaturas suaves de la primavera han sido el caldo de cultivo perfecto.
La mosca del olivo puede llegar a reducir la producción de aceite en un 20% al disminuir el tamaño del fruto y provocar su caída temprana.
