Los mensajes de colaboración ciudadana alertando sobre pornografía infantil se han quintuplicado durante la pandemia, pero no ha sido el único aumento.
El confinamiento ha contribuido a que se produzcan más abusos dentro de las familias y el mayor uso del ordenador a que los niños y adolescentes estén más tiempo online.
Las zonas de España con más tráfico de pornografía infantil son las más pobladas, Madrid, Barcelona, la costa de Andalucía y Levante. Imágenes que muestran el horror y que los agentes analizan con detalle para descubrir pistas que les lleve a rescatar a las víctimas .