Unos de los premiados este domingo 2 de mayo son los niños madrileños por la lección que nos han dado y por su capacidad de adaptación, enmedio de una pandemia durísima, con una gran sonrisa.
Se acabó el curso y “un horror. Con angustia por nuestros familiares” reconocen cuando recuerdan los primeros momentos del estado de alarma del pasado mes de marzo.
Aprendizaje positivo
Una hora de paseo y se adaptaron a marchas forzadas al confinamiento, en el que aprendieron costumbres de higiene y pasaron mucho más tiempo con sus familias.
“Nos enseñan a ver las cosas positivas, incluso en los malos momentos”.
Lo que echan de menos es “poder jugar al fútbol sin mascarilla” o “dar abrazos a todos” reconoce una pequeña.
La Orden del Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid se concede, en sus distintos grados (entre los que se encuentra la Gran Cruz), a las personas físicas y jurídicas, e instituciones, nacionales y extranjeras, que se tenga a bien premiar o distinguir, por actos o servicios relevantes para los ciudadanos y en general por su contribución al progreso político, económico, cultural o social.
En esta ocasión, la Gran Cruz para los niños de Madrid se unirá a la ya entregada el pasado diciembre al tenista Rafa Nadal.