Entretenido festejo el vivido este sábado en la plaza de Anchuelo con tres notables novillos de Montealto y uno de Quintas. Los jóvenes novilleros fallaron en exceso con los aceros y finalmente solo Álvaro Burdiel paseó un trofeo.
El novillero madrileño sorteó el mejor lote en la tarde de su debut con picadores. Su primero, el tercero en orden de lidia, fue un utrero de Quintas con movilidad y casta al que sometió con un toreo poderoso sin perder además la compostura en las formas. Pero el fallo a espadas se llevó la posibilidad de trofeo.
Un trofeo que sí llegó en el sexto, un ejemplar de Montealto alto de cruz pero que tuvo gran nobleza y clase en sus embestidas. Burdiel lo bordó al natural, toreando con temple y gusto por ese pitón. Un pinchazo previo a una estocada contraria no importó a la hora de conceder la oreja.
El novillero mexicano José Miguel Arellano tuvo como primero a un berrendo de Quintas manejable pero falto de raza y muy aquerenciado. Se mostró solvente, pero dijo poco. Para compensar, lidió a un precioso ‘domecq’ de Montealto que fue una máquina de embestir. Se echó en falta mayor compromiso en los embroques y un más que mejorable uso de la espada y el descabello. Solo la benevolencia del palco evitó que sonase el tercer aviso.
Alejandro Mora se estrelló en primer lugar con un utrero manso de Quintas que buscó tablas desde el inicio de la faena. En quinto lugar, sin embargo, lidió un novillo de Montealto que tuvo clase y nobleza a partes iguales. Tuvo naturalidad y buen aire la faena del extremeño, pero de nuevo se le encasquilló la suerte suprema.
FICHA DEL FESTEJO
Anchuelo (Madrid), sábado 12 de junio de 2021. 2ª Certamen de la Comunidad de Madrid. Lleno de ‘No hay billetes’ dentro del aforo permitido.
Tres novillos de Quintas (1º, 2º y 3º), bien presentados. Mansos los dos primeros y encastado el 3º. Tres novillos de Montealto (4º, 5º y 6º), bien presentados, con cuajo. De juego encastado, noble y enclasado.
José Miguel Arellano, saludos y silencio tras dos avisos.
Alejandro Mora, silencio y silencio.
Álvaro Burdiel, saludos tras aviso y oreja.