Gina Calvo, palista de aguas tranquilas, jugadora de kayak polo, vicepresidenta del Club Ciencias de piragüismo y madre de una niña.
“Este deporte se desarrolla en el agua entre dos equipos, en un campo de 25x35 metros, aunque según el reglamento, las medidas pueden variar un poquito. La portería está a dos metros del agua y el juego consiste en marcar más goles que el rival”, comenta Gina.
“Lo que más me gusta de este deporte es que todavía tiene un ambiente muy familiar. Es un deporte muy joven en el que comencé en el 2002, en el 2003 entré en el equipo nacional”, agrega la palista.
Gina cuenta como concilia sus diferentes tareas diarias con su actividad deportiva y familiar: “Cuando decidió ser madre estuve dos años apartada de la selección española. No sólo fue una decisión entre mi pareja y yo, sino también busqué el momento adecuado para el resto del equipo”.
La tarea la facilita su marido Alvaro, Pi, con quien también comparte la pasión por el kayak polo. Ambos luchan desde hace años por las medallas en los europeos y mundiales con el equipo nacional y por los títulos nacionales con el Club Ciencias.
“En España, a día de hoy, no se puede vivir del kayak polo, lo normal es que todos los que jugamos a este deporte tengamos un trabajo, en mi caso soy administrativa en un hospital, donde trabajo en Atención al Paciente”, confiesa Gina Calvo.