La medalla de oro en 100 metros conquistada en Moscú por Usain Bolt le devolvió hoy no sólo el título que perdió dos años antes en Daegu por descalificación, sino también la sonrisa que parecía haber desaparecido de la faz del jamaicano, un atleta legendario en vida.
Una cabalgada de 9.77 segundos, su mejor registro del año, le permitió relajarse en el último metro, cuando ya había puesto ocho centésimas de margen con el renacido estadounidense Justin Gatlin, el único que le había ganado desde los Juegos Olímpicos de Londres.
Partiendo por la calle seis bajo la lluvia, Bolt arrancó en 163 milésimas, se emparejó a mitad de carrera con Gatlin, que le había tomado la delantera, y arribó por delante del estadounidense, que cerró en 9.85, y de otro jamaicano, Nesta Carter, tercero con 9.95. Cuatro de los cinco primeros en la final representaban a Jamaica.
Las bajas de sus principales adversarios, por lesión (Yohan Blake) o por dopaje (Tyson Gay, Asafa Powell) habían reducido la final de 100 metros a una suerte de combate contra sí mismo, contra el recuerdo de su descalificación en Daegu 2011 por precipitarse en la salida.
Gatlin, bronce en los Juegos de Londres, dominó la carrera en sus primeros 40 metros pero cuando Bolt se le echó encima, sabía que estaba muerto.
Si gana otras dos medallas de oro, en 200 y 4x100, Bolt adelantará a Carl Lewis en el cuadro de honor de los Mundiales porque tendrá tantas como el "Hijo del Viento" -de oro (8) y en total (10)- pero con dos de plata.
Era un día de recuperaciones. En la final de 10.000, la etíope Tirunesh Dibaba, actual campeona olímpica, consiguió su tercer título mundial de la distancia, seis años después de haber logrado el segundo consecutivo en Osaka.
Con la táctica que le ha dado casi todos sus éxitos, Dibaba, que también ha sido dos veces campeona del mundo en 5.000, respondió a todos los ritmos y esperó a la última vuelta para asestar su golpe letal. Venció con un tiempo de 30:43.35, seguida de la keniana Gladys Cherono (30:45.17). Belaynesh Oljira (30:46.98) redondeó el éxito etíope con la medalla de bronce.