El paro del transporte que está previsto que comience en la madrugada del domingo al lunes y que ha sido convocado por la misma plataforma que el registrado el pasado marzo, ha logrado poner de acuerdo al Gobierno y a las asociaciones mayoritarias del sector, que lo rechazan de forma casi unánime.
La organización convocante es la Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera, integrada en su mayoría por autónomos y pymes, cuyo número no ha querido desvelar y que no está representada en las grandes patronales ni en el órgano de interlocución oficial con el Gobierno, el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC).
Una de las organizaciones que sí forman parte del CNTC, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) ha rechazado de forma unánime este paro, en una asamblea extraordinaria celebrada para consultar a sus asociados, como establecen sus estatutos.
La conclusión de Fenadismer es que las medidas legislativas aprobadas recientemente por el Gobierno "no justifican" que se lleve a cabo ahora "esta medida de presión límite", ya que el sector no está en la misma situación "crítica" que atravesó a principios de año por los altos precios de los carburantes, cuando se convocó el otro paro, que sí secundaron.
La federación, que agrupa a más de 30.000 pymes y autónomos de transporte, con más de 60.000 vehículos, defiende que las medidas aprobadas han permitido a los transportistas incrementar sus tarifas y disfrutar de bonificaciones y ayudas directas para compensar el encarecimiento de los carburantes, medidas que esperan que el Gobierno se comprometa a prorrogar a partir de enero.
Asimismo, explica que el sector cuenta ahora con instrumentos legales para mejorar la actividad de los transportistas, además de canales para denunciar cualquier incumplimiento que se produzca en las nuevas leyes de transporte aprobadas, incumplimientos que están entre las razones de la plataforma para convocar el nuevo paro.
En cualquier caso, pide responsabilidad a los convocantes para que respeten a los transportistas que decidan no secundar el paro y continuar su actividad profesional.
En la misma línea, las patronales CEOE, Cepyme y ATA han mostrado su oposición al paro, pues consideran que "agravará la difícil situación económica" que ya atraviesan las empresas "y la población en general" y han pedido al Gobierno que garantice la libre circulación y seguridad de los transportistas que deseen trabajar.
En un comunicado conjunto remitido, las patronales advierten que aunque respetan el derecho de los transportistas a secundar el paro, "no pueden repetirse los actos violentos, las coacciones y los bloqueos y cortes de tráfico" de marzo.
Desde Murcia, la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales también ha pedido que se garantice el derecho al trabajo de las empresas, así como la libre circulación de personas y bienes para evitar situaciones no deseadas, especialmente en las zonas de mayor circulación.
También se ha desvinculado de la convocatoria la Asociación Empresarial de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón (Tradime), al considerar que una nueva paralización sería "insostenible" para muchos autónomos y pymes del sector.
El sindicato de transportistas autónomos de Euskal Herria, Hiru, tampoco apoyará el paro indefinido, pero ha destacado que refleja "la frustración no resuelta porque las administraciones no han abordado en su globalidad las problemáticas que se plantearon en marzo".
"Las administraciones más cercanas no apoyan al transportista autónomo vasco, imponen peajes al transporte, no controlan adecuadamente las practicas de los que actúan ilegalmente en el transporte y no activan los mecanismos necesarios que permitan el cese anticipado de la actividad a los 60 años", se lamenta Hiru.
Mientras, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, confía en que la plataforma convocante acabe rectificando e insiste en que el Gobierno está haciendo todo lo que está en su mano para cumplir los compromisos con el sector.
En la localidad asturiana de Campomanes, tras recorrer a bordo de un tren la variante ferroviaria de Pajares de la futura Línea de Alta Velocidad León-Asturias, la ministra ha expresado su respecto a la movilización, pero ha incidido en que "nadie desea un paro" que va a perjudicar al propio sector del transporte de mercancías por carretera y al conjunto de la sociedad española.