El número de muertos tras el tiroteo perpetrado por miembros del Estado Islámico (EI) en un salón de conciertos cerca en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de Moscú subió a 60, aseguraron fuentes oficiales.
Los investigadores, criminalistas y expertos del CI, junto con las unidades operativas del Ministerio del Interior y del Servicio Federal de Seguridad (FSB), continúan las investigaciones en el lugar de los hechos.
Por su parte, la cadena RT precisó que en el momento hay 115 personas hospitalizadas: 110 adultos (60 en estado grave) y cinco niños (uno en estado grave).
"Los combatientes del Estado Islámico atacaron una gran agrupación de cristianos en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa, Moscú, y mataron e hirieron a cientos de personas y causaron una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura", informó en Telegram Amaq, el órgano de propaganda del Daesh.
Los disparos fueron realizados con armas automáticas por al menos cuatro personas con ropa de camuflaje en el centro comercial Crocus City Hall, donde seguidamente tuvo lugar una explosión y se declaró un incendio, según informó la agencia oficial RIA Nóvosti.
En las imágenes colgadas por testigos en las redes sociales se ve cómo varios hombres disparan contra la gente a su entrada en el centro comercial y los cadáveres de varias víctimas yacen en el suelo en un charco de sangre.
Los canales de Telegram precisan que en el momento del ataque en la sala de conciertos podrían encontrarse hasta 6.200 personas, ya que todas las entradas fueron vendidas.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, admitió la muerte de varias personas en el tiroteo. "Hoy en (...) el Crocus City Hall ocurrió una terrible tragedia. Mis condolencias a los familiares de los muertos", escribió en su canal de Telegram.
Los asistentes al concierto del grupo Piknik, incluidos los músicos, fueron evacuados, según informaron fuentes policiales a la agencia TASS.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) confirmó oficialmente el tiroteo y aseguró que ha tomado "todas las medidas necesarias".
Unidades especiales de la Policía y efectivos antidisturbios han llegado al lugar del siniestro, lo que permitió a los bomberos proceder a extinguir el fuego.Por su parte, los equipos de bomberos han rescatado ya a más de un centenar de personas desde el tejado del edificio.
"En los primeros minutos de lo ocurrido en el Crocus City Hall el presidente Vladímir Putin fue informado sobre el comienzo del tiroteo", dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, a la prensa local que añadió que "el presidente ha impartido todas las instrucciones necesarias", destacó.
RIESGO DE ATENTADOS
El Ministerio de Exteriores de Rusia llamó a la comunidad internacional a condenar el atentado perpetrado por un grupo de hombres armados en un centro comercial en las afueras de Moscú. "Toda la comunidad internacional está obligada a condenar este horrible crimen", señaló María Zajárova, la portavoz de Exteriores, en su canal de Telegram.
Las Embajadas occidentales en Rusia habían advertido sobre posibles atentados terroristas en este país, avisos que el presidente, Vladímir Putin, consideró "un intento de intimidar y desestabilizar nuestra sociedad".
Tras el tiroteo, el alcalde de Moscú suspendió todas las actividades masivas previstas el fin de semana en la capital rusa. "Tomé la decisión de suspender este fin de semana en Moscú todas las actividades masivas deportivas, culturales y otras", escribió el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, en Telegram.
Por su parte, la agencia de aviación civil aseguró que en los aeropuertos de la capital se han extremado las medidas de seguridad.
Ucrania aseguro que "no tiene nada que ver" con el atentado según señaló el asesor de la Oficina de la Presidencia ucraniana Mijailo Podoliak en un mensaje en la red social X. Incluso, la inteligencia militar ucraniana (GUR) atribuyó la masacre a una “operación planeada por los servicios especiales del Kremlin” con el objetivo de “desacreditar a Ucrania y a todo el mundo libre”.
Moscú no sufría un acto terrorista de esta gravedad desde que en 2011 un atentado con bomba dejó 37 muertos y 172 heridos en el aeropuerto internacional Domodédovo.