La Policía Municipal de Madrid ha decretado el cierre de una panadería de la cadena Granier situada en el número 379 de la calle Alcalá tras hallarse varias ratas comiendo en el mostrador.
Según fuentes policiales, los agentes acudieron esta madrugada al local tras recibir un aviso de unos viandantes que vieron a varios roedores en el interior del establecimiento.
La Policía se puso en contacto con los responsables del negocio, que acudieron a mitad de la noche, y procedió a su cierre, tras realizar un informe de inspección.
Fuentes policiales han asegurado que el establecimiento debe cesar su actividad hasta que el Ayuntamiento de Madrid haga las inspecciones sanitarias necesarias.
Tras difundirse un vídeo en las redes sociales, la cadena ha emitido un comunicado en el que asegura que "se ha puesto a disposición de las autoridades competentes y ha abierto un proceso de investigación interno" para detectar el origen.
Granier subraya que, según la normativa, "el protocolo de seguridad alimentaria se ha cumplido estrictamente en el establecimiento", y que se trata de "un caso aislado".
Además, adjunta el acta de la última inspección de plagas en el local de Pueblo Nuevo, que se llevó a cabo el pasado 26 de octubre y que se realiza con carácter trimestral.