Así consta en un auto, al que tuvo acceso Europa Press, en el que la jueza ordena su puesta en libertad y que comparezca todos los lunes ante el juzgado más próximo a su domicilio. Además, le impone una orden de alejamiento de al menos 500 metros de los niños y se le prohíbe salir de España, así como la de entrar y residir en la localidad de Valdeavero.
La libertad se acuerda debido a que la instrucción está prácticamente concluida, a excepción de dos periciales por practicar. Por tanto, apunta el instructor, el riesgo de que el acusado pudiera atentar contra bienes jurídicos de las víctimas es prácticamente inexistente y puede paliarse con otras medidas cautelares que garantizarán la integridad de las víctimas.
La Guardia Civil tiene constatados diez casos pero la investigación sigue su marcha y puede haber algunos más y desde hace años e incluso de oros municipios cercanos. El frutero, que no tenía compinches, ingresó tras ser detenido en la cárcel de Alcalá de Henares.
Cristóbal L. C., alias Toba, aprovechaba que los menores entraban a la tienda donde les ofrecían golosinas, refrescos y bolsas de frutos secos gratis para así tocarles sus zonas íntimas metiéndole la mano dentro del pantalón.