En plena ola de frío hemos conocido que las muertes por olas de calor en España se han reducido. Eso, a pesar de ser como indican los autores del estudio, uno de los países mediterráneos más afectados por estos episodios.
La clave, aseguran, está en que la población española se ha adaptado a temperaturas altas cada vez más extremas desde 2004. Y esa adaptación al calor sofocante también se ha producido en el caso temperaturas muy bajas. El registro desde 1989 así lo indica.
Este es uno de los resultados de un estudio elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que proporciona estimaciones cuantitativas a nivel nacional de la adaptación y que analiza más de 14 millones de muertes, ha sido publicado en la revista Environmental Health.
Según los datos obtenidos, la mortalidad debida al frío mostró una reducción significativa, de casi tres veces, mientras que el riesgo de mortalidad atribuible al calor presentó una reducción mucho menor y solo se observa al final del período de observación.
La temperatura de mínima mortalidad (un indicador de la velocidad de adaptación), en la que el riesgo de fallecimiento es más bajo, disminuyó hasta la década más reciente, entre 2009 y 2018, cuando el umbral de temperatura óptima aumentó casi 2°C en España.
"A pesar de esta adaptación, sigue existiendo un riesgo considerable del calor extremo para la salud, tal y como se ha visto durante el verano de 2022”, comenta el investigador del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) Aurelio Tobías.
Según Diego Ramiro, director del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC, España debe establecer como prioridad continuar con el desarrollo de una estrategia de adaptación al cambio climático.
“El incremento de temperatura y las mayores medidas de protección y adaptación han hecho que la mortalidad relacionada con olas de frío sea la que más se ha reducido", explica Ramiro.
A renglón seguido se pone de relieve que con el aumento de los costes de la energía la población más vulnerable se vea más expuesta a las temperaturas muy bajas. De este modo, señalan los investigadores, se podría producir produzca un incremento de problemas de salud en grupos como por ejemplo el de las personas mayores.
2022 el año más cálido
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) confirmó este lunes que el año pasado fue el más cálido jamás registrado en España desde que la serie histórica nacional de temperaturas comenzara en 1961, así como el sexto menos lluvioso en ese registro de más de seis décadas.
Así, 2022 superó en 0,7 grados a 2020, que hasta ahora ostentaba el récord, según el último resumen climático anual de la Aemet.
El año pasado tuvo un carácter extremadamente cálido en el conjunto del país, con una temperatura media sobre la España peninsular de 15,4 grados, lo que supone 1,7 más respecto a la media del periodo de referencia (1981-2010). Ocho de los 10 años más cálidos de la serie histórica pertenecen al siglo XXI.
El año fue extremadamente cálido en prácticamente todo el territorio peninsular español y en Baleares, así como muy cálido en el conjunto de Canarias.
Hizo más de dos grados por encima de lo normal en la mayor parte de Cataluña, Aragón, Navarra, País Vasco, La Rioja, Cantabria, Castilla y León, Madrid, Castilla-La Mancha, centro y norte de Comunidad Valenciana, interior de Galicia, centro de Andalucía y zonas de Extremadura, Murcia y Baleares.