La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Ángeles Carmona, ha sido entrevistada en el programa 120 Minutos de Telemadrid. "Nos debe preocupar que por parte de menores de edad se estén cometiendo delitos tan graves", señala.
Ha declarado que "los expertos hablan del acceso a redes sociales desde una edad muy temprana y de que hay una falta de control a contenidos perniciosos", pero "ahora se están denunciando más estos delitos y existe mayor rechazo a toda violencia ejercida contra la mujer por el hecho de ser mujer".
Carmona ha recordado que el CGPJ lleva años reclamando una "asignatura específica" sobre este tema que sea "obligatoria" y con "profesorado formado" desde "los tres años de edad y hasta la universidad".
Considera que "sí hay más conciencia social", pero expresa que se necesita "una mayor educación de menores y familias para un mejor acceso y uso del entorno digital de los menores". En los estudios que hace el Observatorio sobre las sentencias de casos de asesinatos machistas "se recoge el hecho de que la víctima fue objeto de violencia habitual y que nadie había puesto la alarma y nadie había comunicado a las autoridades lo que sucedía".
"Hay que destacar que una mujer víctima de estas violencias está aterrorizada y no se puede poner toda la responsabilidad de denunciar sobre ella. Todo allegado o vecino que sea testigo de esta situación está obligado a denunciar, no queremos que haya impunidad y que un maltratador crea que no le va a pasar nada".
Según los datos del CGPJ, actualmente "solo un 3% de las denuncias por violencia de género provienen de familiares y allegados" de la víctima y, según ha señalado, esto es porque la sociedad aún ve estas situaciones como "un problema de pareja en el que no hay que meterse".
Carmona ha denunciado que, a pesar de que mejora la concienciación, hay personas que aún piensan que "una mujer está en una relación de pareja con violencia porque quiere" cuando, tal y como ha indicado, estas sufren "mucho miedo" en estos casos, "por su vida" o "por posibles represalias de la pareja", entre otras circunstancias.