Son muchas las incógnitas que rodean al crimen de Mocejón (Toledo) en el que un joven de 20 años ha sido detenido como presunto autor del apuñalamiento de Mateo, un niño de 11 años, mientras se encontraba jugando con sus amigos en el polideportivo del municipio, y uno de los temas pendientes por resolver es la posible discapacidad intelectual del autor de los hechos, algo que ha afirmado su padre.
La principal hipótesis que se maneja es que el joven sufriera un brote esquizofrénico bajo el cual cometió el crimen, una teoría que tiene que ser valorada por los psiquiatras forenses.
“Estamos hablando de un chico que parece que ya tenía una discapacidad intelectual, entonces, hay que establecer cuál es el posible diagnóstico, si hay una discapacidad intelectual que afectaría, sí, a la comprensión, si hay otro trastorno, como decía el padre, como un autismo, pero eso no es incompatible con la existencia de un brote psicótico o, incluso, un cuadro disociativo porque él habla el otro yo”, nos ha contado la psicóloga forense Victoria Trabazo.
Este diagnóstico no es importante solo para conocer el móvil del crimen sino, también, para determinar la imputabilidad del detenido.
Trabazo nos ha explicado, además, que en muchas ocasiones, cuando aparece un brote psicótico, "lo hace a estas edades, entre los 17 y los 20 años", edad del supuesto agresor, por lo que es posible que no estuviese tomando ninguna medicación, tal y como ha afirmado su padre, porque anteriormente no ha habido ningún otro brote.