La elección de José Luis Escrivá como nuevo gobernador del Banco de España ha reabierto el debate sobre la independencia de las instituciones públicas en España. Elisa de la Nuez, secretaria general de la Fundación 'Hay Derecho', ha advertido sobre los riesgos que este tipo de nombramientos suponen para la neutralidad de las entidades de contrapeso, fundamentales en una democracia avanzada.
"Está claro que para ser gobernador del Banco de España hacen falta una serie de requisitos de carácter técnico y profesional que no ponemos en duda, en absoluto, que los reúne el señor Escrivá, pero también hace falta esa capacidad de ser independiente, de ser neutral con respecto al Gobierno", ha señalado de la Nuez.
Elisa de la Nuez también ha subrayado que, si bien este requisito de independencia "no está escrito con letras en los requisitos para ser gobernador", es una condición que "se da por sentada en las democracias avanzadas" y que en España ya se había logrado con anterioridad. "Lo más triste es que aquí ha habido un retroceso. Con la figura del gobernador anterior, ya se había consolidado esta idea de que el gobernador no tenía vínculos políticos", ha agregado, en clara referencia a la politización creciente que denuncia desde la Fundación Hay Derecho, una entidad que analiza el funcionamiento del Estado de Derecho y la transparencia institucional.
José Luis Escrivá, quien hasta ahora era ministro de Transformación Digital y Función Pública en el Gobierno de Pedro Sánchez, asumirá el cargo de gobernador del Banco de España este próximo viernes por un mandato de seis años, mientras que Óscar López será su sucesor en la cartera de Transformación Digital.
Antecedentes
El nombramiento de Escrivá remite al caso de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien en 2006 fue designado gobernador del Banco de España por José Luis Rodríguez Zapatero tras haber sido secretario de Estado de Hacienda. La gestión de Ordóñez terminó con el rescate bancario de 2012, lo que dejó una huella en la credibilidad de la institución. Ahora, con la elección de Escrivá, vuelve a surgir el mismo cuestionamiento sobre la independencia de una institución fundamental en el panorama económico español.