La Policía podrá detener a los ladrones o carteristas que tengan antecedentes, aunque roben cantidades inferiores a 400 euros. Entra en vigor la considerados "leves".
Hasta ahora, la mayoría de carteristas cometen "delito leve de hurto", de cuantías inferiores a 400 euros porque está castigado con pena de multa y "pueden declararse insolventes y seguir adelante", aunque sí deja antecedentes penales.
Los reincidentes podrán ser condenados a penas de prisión de entre seis y 18 meses, marcando así una "normativa legal más contundente" contra estos delincuentes.
A partir del día 30 de agosto, los delincuentes que tengan al menos tres condenas que no hayan cumplido se enfrentarán a posibles penas de prisión. El objetivo es frenar una oleada de hurtos que "ha empeorado tras la vuelta a la normalidad", subiendo un 51% en 2022, con más de 145.000 hurtos en lo que va de año.