Felipe Medina, secretario general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) declara que "existen otras alternativas para bajar el precio de los alimentos" y desde Asedas rechazan la propuesta de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz: "Desde las empresas de supermercados llevamos muchos meses advirtiendo al Gobierno de los precios de la alimentación y proponiendo medidas para suavizar los precios a los consumidores".
"Lo primero sería bajar el IVA como se ha hecho con la energía y, en paralelo, revisar los muchos impuestos medioambientales para revisarlos a la baja y suavizar el PVP final que pagan los consumidores", propone Medina. "Estamos trabajando con el Gobierno en medidas para reducir lo máximo el coste de la energía para que nuestras empresas, que son grandes consumidores de energía".
Medina explica que los supermercados y sus distribuidores forman "un sector esencial que no puede parar": "Sea cual sea el precio de energía, del combustible o de la materia prima tenemos que seguir abriendo para que los madrileños tengan productos de alimentación todos los días".
Por ello, están de acuerdo en rebajar los precios, pero aseguran que "necesitamos quitar esa mochila de costes o impuestos a toda nuestra actividad para suavizar los precios lo antes posible". "Lo que tenemos es un sector tremendamente competitivo y tenemos la suerte de que si no nos gusta la oferta y precio de un distribuidor podemos ir a otro establecimiento, mercado municipal o pequeño comercio donde habrá esos productos de alimentación", declara Medina.
Aseguran que trabajan con el objetivo de "ser competitivos y contener los precios" y que "nadie se hace millonario con esto" porque "los márgenes de estas empresas son muy pequeños porque hay mucha competencia y si se ponen precios por encima de mercado el consumidor lo percibe, pues vamos una media de cuatro veces por semana a comprar alimentos".
Desde Asedas piden respeto para su sector: "Hay costes derivados del trabajo de muchas personas para que en Madrid podamos tener productos frescos en tiempo récord los 365 días del año. Somos muy eficientes distribuyendo alimentos y garantizamos que los precios de alimentación que pagan los consumidores madrileños sean de diez puntos por debajo de la media europea".