El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes el proyecto de ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, una norma que prevé que bares y restaurantes tengan la obligación de facilitar al cliente que pueda llevarse los alimentos que no haya consumido sin coste adicional alguno en envases reutilizables o fácilmente reciclables.
Esta medida, que contempla multas de entre 60.000 y 500.000 euros a restaurantes, bares y supermercados que tiren comida, entre otras medidas, pretende luchar contra el desperdicio de alimentos que se produce principalmente en la restauración cuando los clientes dejan una gran porción de comida en el plato que acaba en el cubo de la basura.
A raíz de esta norma, en 120 Minutos hemos conocido el trabajo de Datarmony, una empresa que usa la inteligencia artificial para reducir los restos de pan, fruta y verduras que se tiran.
“El uso de los datos y de la inteligencia artificial nos está ayudando a reducir en esos costes porque esa es la vuelta que se le tiene que dar a esto, no como una obligación en la que van a multar a las empresas si no lo siguen”, ha explicado Enric Quintero, consejero delegado de Datarmony.
Y es que, en esta empresa lo que hacen es “una previsión de la demanda estudiando el histórico de compra que tienen los usuarios de un supermercado para saber lo que van a pedir en un día concreto”.
De esta forma, anticipándose a la compra que harán sus usuarios recurrentes, el supermercado puede ajustar la demanda y evitar así, un gran desperdicio.