Los animales sufren la ola de calor y hay que vigilarlos más que nunca para los días de temperaturas extremas no afecten negativamente a su salud. Los consejos de los veterinarios son sencillos y se basan en "tener sentido común, como los humanos, debemos mantenerlos frescos e hidratados".
A la hora de sacarlos del frescor del hogar, recordemos refrescar las zonas de las patas, el pecho y la barriga antes de salir de casa a pasear y nunca hacerlo en las horas de temperaturas más altas. Para los momentos que pasan dentro de vehículos, los expertos advierten que "los coches o transportes son muy peligrosos porque el interior puede alcanzar temperaturas extremas en cuestión de minutos".
Dejar las ventanas abiertas o aparcar a la sombra "no es suficiente" para nuestros perros y gatos si la temperatura ambiente supera los 30 grados. Si no hay alternativa y debemos llevarlos en trayectos largos, se recomienda salir al amanecer y evitar que las mascotas sufran directamente el aire acondicionado.
Los expertos aconsejan hacer paradas a la sombra, que el animal beba pequeñas cantidades de agua de forma continuada o que pueda jugar con un juguete congelable o su cuerpo se mantenga fresco con un chaleco o una esterilla refrescante para que descanse.
Otra opción para aquellos dueños de perros que se lo puedan permitir es acudir con ellos a piscinas para perros o a residencias caninas en las que se les atiende y refresca durante todo el día.