Katherine era usuaria de la lavandería Lavanapp. Contactó con el negocio a través de la app, dado que le ofrecían recogerle su ropa en casa y devolverla a buen precio.
Utilizó sus servicios durante dos años sin problemas, hasta julio de 2022, fecha en que entregó al mensajero de Lavanapp un traje con varias piezas más de ropa y no volvió a ver sus prendas.
Contactó varias veces por mail con los supuestos responsables de Lavanapp para ver qué pasaba y le contestaron que había habido un "problema con una máquina". Quería no solo recuperar su ropa, sino también los 24 euros que pagó por el servicio.
Tras muchas averiguaciones consiguió que un interlocutor de Lavanapp contestase por mail diciendo que ya no trabajaba en la empresa. Tiempo después, la web desapareció y la app dejó de estar operativa.
Katherine ha puesto denuncia en Consumo. Al constatar que en Instagram y otros foros había otros afectados ha decidido que en breve va a poner denuncia en la Policía.