Isabella y su marido Mario están desesperados. Una vecina no les deja tirar el cable de la fibra por la fachada de su vivienda y llevan cinco año si poner disponer de internet en su casa de Navalcarnero.
La vecina, señala, no da su brazo a torcer y ellos, a pesar de haberse dirigido al Ayuntamiento y a las operadoras telefónicas, no encuentran solución al problema y se ven con las manos atadas.
La vecina se niega rotundamente y les dice que tiren el cable por el suelo, sin necesidad que tenga que agujerear la fachada de su vivienda.