El presidente de la Agencia EFE, Fernando Garea, ha asegurado que "estamos muy preocupados" por la suerte que pueden correr los cuatro trabajadores de la Agencia que ayer fueron detenidos en Caracas. "No sabemos nada de ellos, no hemos podido contactar con ellos, ni nos han dado ninguna explicación".
Se trata del periodista español Gonzalo Domínguez Loeda, la periodista colombiana Mauren Barriga Vargas y el fotógrafo colombiano Leonardo Muñoz, así como el conductor venezolano José Salas, que forman parte de un equipo que viajó desde Bogotá para cubrir la crisis de Venezuela y que fueron detenidos por las autoridades venezolanas.
"Creemos que han sido trasladados a la sede de la Inteligencia militar bolivariana, pero nuestro abogados no han podido acceder a ellos", señalaba Garea en el programa "Buenos días, Madrid" de Telemadrid.
El presidente de la Agencia EFE ha señalado que están en contacto con el embajador español en Caracas que les está ayudando, y que han contactado con el Gobierno colombiano, debido a la nacionalidad de dos de ellos.
La agencia EFE desconoce a esta hora de qué se les acusa, aunque según su director Fernando Garea, todo se debe a que el régimen de Maduro "no quiere que haya testigos de lo que ocurre allí y por eso se impide el trabajo de quien puede contarlo".
Fernando Garea, confía que en las próximas horas, todo se resuelva, en todo caso, con una expulsión del país.
La libertad de información esencial para la democracia
El Consejo de Redacción de la Agencia Efe ya ha exigido su liberación a las autoridades venezolanas y recuerda que "la libertad de información es un derecho fundamental, tal y como defiende la Organización de las Naciones Unidas, y el ejercicio del libre periodismo es indispensable e irrenunciable para el sostenimiento y el desarrollo de la democracia".
La detención de tres periodistas de la agencia de noticias EFE ha elevado a una decena la cifra de reporteros arrestados en los últimos días cuando cubrían las protestas en Venezuela, aunque desde el Gobierno de Nicolás Maduro se ha tratado de justificar estos incidentes apelando a irregularidades de registro. Los primeros periodistas en ser detenidos fueron los chilenos Rodrigo Pérez y Gonzalo Barahona, trabajadores de la cadena pública TVN, y los venezolanos Mayker Yriarte, de TV Venezuela, y Ana Rodríguez, de VPItv.
Los cuatro han sido ya liberados, aunque en el caso de los dos chilenos la medida se ha saldado con su deportación inmediata.