Tercer triunfo liguero consecutivo de un Real Madrid que comienza a hacerse a todos los registros. En Mendizorroza tuvo que bajar al barro e igualar la intensidad que metió al choque el Alavés.
Partido de pierna dura y personalidad que dominó el equipo de Zinedine Zidane. Sin poder aplicar la brillantez del último día frente el PSG, pero sacando una visita complicada con goles de defensas, Sergio Ramos y Dani Carvajal, el día que no aparecieron los delanteros.
El técnico suma para la causa a Militao e Isco mientras va asentando una solidez y fiabilidad que le hacen ser candidato al título. Hace un año eso ya parecía un imposible a estas alturas.
Zinedine Zidane va cerrando un bloque de jugadores con el que cuenta Zidane. Son 16 y los considera a todos titulares, con los que puede rotar con confianza ciega y sin echar de menos al que no está. En el camino quedan algunos como Vinícius, quien cada vez tiene más caro jugar, Luka Jovic, Odriozola, Brahim o Vinicius.
En rotación mete a Mendy cuando necesita más músculo en el lateral izquierdo, gana a Militao que rindió a buena altura junto a Ramos sin añorar a Varane en el centro de la zaga, entra Luka Modric para dar descanso a Fede Valverde, recupera a Isco, y en ataque asoman Gareth Bale o Rodrygo. El grupo de jugadores que lucharán por los títulos va tomando forma con el técnico francés realizando una gestión de minutos compleja.