El gran arquitecto Antonio Palacios fue quien expuso este proyecto futurista. Su intención era conectar el Cerro de las Garabitas con Gran Vía a través de pasarelas aéreas. El gallego, lejos de entender su obra como un diseño utópico, lo presentó como el potencial de la ciudad de Madrid.
No obstante, la situación económica que pasaba el país tras una Guerra Civil y la implantación por la fuerza de una dictadura lastraron su idea. Está dentro de la idea de las grandes construcciones europeístas y del fascismo como la Alemania de Hitler o la Italia de Mussolini.
Este proyecto para Gran Vía pretendía construir un conjunto de 3 kilómetros de pasarelas aéreas de 85 metros de ancho levantadas a 60 metros del suelo. Estas se apoyarían sobre 16 potentes edificios poblados de tiendas, cafeterías, restaurantes e industrias.
Estas pasarelas conectarían Príncipe Pío con uno de los puntos más altos de la Casa de Campo. En el Cerro de Garabitas estaba planeado erigir un faro de 300 metros de altura que permitiría conectarlo con El Escorial y el Valle de los Caídos. Algo así como 'un camino triunfal' hasta los mártires de la nación.
Como es normal, todas estas propuestas megalómanas contaban con el 'okey' del dictador Francisco Franco, que llegaron a ser estudiadas para su viabilidad. Finalmente, este estudio concluyó que eran inviables por la situación económica del país.