¡Mamuts y ciervos gigantes paseando por el centro de Madrid!
Los restos del primer homínido madrileño datan de hace 400.000 años
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid
Cuando los ríos de la Comunidad de Madrid establecieron su cauce, humanos y animales se instalaron en los alrededores aprovechando la proximidad de sus aguas.
“En la ribera del río Jarama tenemos el registro arqueológico de los primeros seres humanos del territorio madrileño”, explica Miguel Contreras, del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid. “Tenemos que remontarnos a hace 400.000 años, al periodo del Pleistoceno medio”.
En esta época, de temperaturas similares, pero mucho más húmedo que el actual, “es cuando el Homo heidelbergensis, el primer homínido del que tenemos restos aquí, habita la cuenca de Madrid.
Estos antepasados vivían de la explotación de los recursos del entorno, por lo que los escenarios en los que la presencia de agua estaba asegurada les permitían poder abastecerse de todo lo necesario para subsistir, tanto vegetales como animales.
Y es que Madrid era un territorio rico en fauna. Aunque los animales que por aquel entonces paseaban por lo que hoy en día es la capital eran muy diferentes de los actuales. De hecho, algunos puede que nos sorprendan bastante.
“Es complicado imaginarse en el centro de Madrid un elefante”, cuenta Miguel Contreras. Pero por asombroso que parezca, así era. Se trataba del elephas antiquus, una especie con mucha más talla que el actual, con unos 4,5 metros de altura. “Este animal es muy común en los centros paleolíticos de la región madrileña”.
Pero los elefantes no eran los únicos: convivían con uros (los predecesores de los toros actuales) con ciervos, con caballos, etc. Para hacernos una idea, Miguel nos propone que nos imaginemos “una sabana en el centro de Madrid”.
“Si queremos conocer cómo era la vegetación tenemos que adelantarnos en el tiempo al Pleistoceno superior, el periodo de las glaciaciones (en torno a 80.000 años)”, cuenta el arqueólogo. “Aquí encontramos otro tipo de fauna, aunque realmente es la misma, pero adaptada a un periodo climático totalmente distinto”.
Entre los restos que se han hallado de esta época encontramos, entre otros, mamuts, megaloceros (cérvidos con una cornamenta enorme) y rinocerontes lanudos.