‘Huertecillo’ era la denominación que Lope de Vega otorgó a su jardín. Desde 1910 hasta que falleció el escritor vivió en el barrio de las letras de Madrid, donde además de su casa disponía de este espacio.
Un lugar de paz e inspiración, donde colocaba jaulas para pájaros. Flores como rosas, tulipanes, o lirios era su parte favorita de este lugar.
Además, contaba con un pozo, el cual no era muy habitual, con el que no solo regaba sino que además dejaba a sus vecinos coger agua.