Minerva Piquero se desplaza con ayuda de la realidad virtual hasta Laponia, al norte de Finlandia, donde se ven las mejores auroras boreales. Esto es porque es un punto muy cercano al Polo Norte.
Desde noviembre hasta abril, es posible contemplar este fenómeno fascinante. Se trata de vientos solares cargados de partículas magnéticas que, al colisionar con el campo magnético de la Tierra, generan el espectáculo de destellos luminosos conocido como auroras boreales.
El color de estas maravillas naturales depende del componente de nuestra atmósfera que se está ionizando. Cuando el oxígeno se ioniza, se producen tonalidades verdes y amarillentas, mientras que la ionización del nitrógeno produce destellos azulados y, en algunas ocasiones, rojizos.
Aunque lo más habitual es observar estas auroras boreales en latitudes nórdicas, también se han podido avistar al suroeste de Londres, en Stonehenge, en una ocasión excepcional causada por una tormenta solar que aumentó la emisión de partículas magnéticas del sol.
En nuestra Comunidad, hace ya 85 años, se presenció una aurora boreal rojiza que dejó a muchos madrileños desconcertados y confundiéndola con un incendio.