Los vecinos de Móstoles llevan años quejándose de la velocidad excesiva con la que algunos vehículos circulan por la Avenida de Extremadura.
Se trata de una vía de casi un kilómetro prácticamente en línea recta que une la Avenida de Portugal con la Avenida de la Vía Láctea.
A pesar de la presencia de pasos de peatones que están regulados por semáforos para evitar accidentes, el silencio nocturno se rompe con el rugido de un motor lejano.
Es el día a día de los vecinos de esta zona de Móstoles, quienes denuncian vivir en un riesgo constante porque "marca cincuenta y desde luego es rarísimo ver a alguien que vaya a cincuenta".
Es una zona de gran tránsito, solo en este punto de la avenida hay un camino de bicis, un instituto, una residencia de ancianos y unas instalaciones deportivas.
La avenida es una recta en la que no se respetan los semáforos, "está súper peligroso, si el de abajo le saltas el que viene por aquí, te puedes encontrar con él".
Tampoco se respeta el límite de velocidad, tal como nos cuenta una vecina "en una ocasión incluso tuvimos que coger con el coche y adelantarnos nosotros para darle a él al coche que venía tanta velocidad darle margen para que se pasara el carril derecho, porque si no es que nos hubiera dado".
También denuncian otro tipo de ilegalidades, "muchas veces en fin de semana, hay carreras de coches". Los vecinos reclaman soluciones al Ayuntamiento.
Desde el Consistorio se comprometen a instalar radares de tramo y badenes en la carretera que obliguen a aminorar la velocidad.