Cepas que crecen con vistas a las Cuatro Torres de Madrid y a unas cuantas paradas de metro del centro. Se trata de un viñedo de casi dos hectáreas, muy especial. Es el único de este tipo en Madrid capital. A nivel europeo solo hay otro más, en Montmartre, París de 0,1 hectáreas.
En él se preparan los alumnos del Centro de Formación Profesional Escuela de la Vid en las distintas disciplinas de las industrias agraria y alimentaria. En nuestra visita a sus viñedos, hemos aprendido muchas curiosidades sobre el proceso de producción vitícola.
Por ejemplo, ¿por qué lloran las parras? Con la subida de las temperaturas, los viñedos abandonan su reposo invernal y la savia recorre de nuevo la planta. Cuando llega a algún corte realizado durante la poda, la savia gotea a través de esos cortes, formando “lágrimas”. Este lagrimeo termina, una vez cicatriza la planta.