El Real Madrid frenó las turbulencias antes de recibir este martes al Inter de Milán en la Champions con una victoria balsámica (4-1) ante el Huesca en la octava jornada de la Liga Santander, un partido resuelto por la inspiración de Eden Hazard, que abrió la cuenta de los merengues con un zurdazo increíble y 'saldó' la primera de muchas deudas que tiene con el madridismo tras un año de interrupciones por las lesiones.
Dos partidos después, el equipo de Zidane volvió a ganar en casa. No fue una empresa sencilla para el 13 veces campeón de Europa, que tuvo que sufrir el atrevimiento de su rival en el cuarto de hora inicial.
El equipo de Míchel, que tiene de todo menos complejos, sacó pecho al principio pero acabó pagando los platos rotos de Cádiz y Shakthar, incluso los de Moenchengladbach. El Real Madrid se gustó después del 0-1 en lo que fue un sábado de reconciliación.