El 'nuevo' Real Madrid de Santiago Hernán Solari dejó sentenciada la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey contra el Melilla con una victoria sin brillo pero contundente (0-4).
Además de Solari, el otro gran protagonista del Real Madrid fue el brasileño Vinicius, que jugó todo el partido y, aunque no marcó, se mostró muy activo, dio una asistencia y participó en muchas de las jugadas más peligrosas del equipo blanco.
El Melilla, sin peligro
El Real Madrid apenas sufrió en primera mitad, excepto en los primeros quince minutos, en los que el Melilla comenzó llevando la iniciativa, hasta que el equipo de Solari se sacudió la presión inicial de los melillenses y empezó a madurar el partido, tocando bien el balón desde atrás para salir con gran velocidad.
El Melilla estuvo cerca de adelantarse en el marcador al minuto de juego, en un centro-chut que salió rozando una escuadra, aunque tres minutos después un centro desde la izquierda de Vinicius fue rematado por Asensio a las manos de Barrio.
El partido estaba equilibrado, aunque los locales seguían espoleados por su público, y en el minuto 8 un pase medido de Sofian Chakla lo remató a placer Igor Martínez, pero el esférico salió fuera, cerca del palo derecho.
Se adelanta Bezema
El gol del Real Madrid se veía llegar y Lucas Vázquez dio un aviso en el minuto 23, pero el cancerbero local se lució, despejando a córner, hasta que cuatro minutos después los de Solari acertaron a marcar en una gran jugada por la derecha de Odriozola, que pasó el balón a Benzema y éste, a placer, lo empujó a la red.
El Real Madrid se mostraba muy cómodo ante un Melilla que no se rendía, pero no llegaba a la meta de Navas, todo lo contrario que su oponente, que pudo marcar por medio de Asensio y Lucas Vázquez, hasta que en el tiempo añadido un perfecto servicio por la banda derecha de Vinicius acabó en el 0-2, obra de Asensio, solo ante el guardameta melillense.
En la segunda mitad, Solari dio descanso a Sergio Ramos y Benzema y metió en el campo a Nacho y Valverde, mientras que el la Unión Deportiva siguió con los mismos once de inicio.
Vinicius se exhibe
El Melilla salió fuerte, metiendo atrás al campeón de Europa, pero no recibía la recompensa del gol para intimidar a su adversario, ya que en el minuto 54 una buena internada de Igor Martínez por la derecha fue rematada a bocajarro por Yacine Qasmi, pero Navas evitó el tanto, despejando a córner.
El Real Madrid se sentía muy cómodo con la ventaja de 0-2 y, pese a que no forzaba la máquina, pudo incrementar su diferencia en dos buenas oportunidades, pero en ambas Ceballos y Llorente se estrellaron con Dani Barrio, en los minutos 61 y 63, respectivamente.
Odriozola, dos goles y una asistencia
Los minutos pasaban y los melillenses no lograban meterse en el partido ante un rival que pudo conseguir el tercero en una obra de arte de Vinicius, que firmó un potente trallazo desde fuera del área que se estrelló en el larguero.
En la recta final, el vigente campeón de Europa metió al Melilla atrás, sin dejarlo respirar, y marcó el 0-3 en una jugada de remates consecutivos de Asensio y Viniciu que se encontraron con dos soberbias paradas del portero local, pero el balón finalmente quedó rechazado en la línea de gol y Odriozola lo empujó a la red.
El Real Madrid redondeó la goleada con el 0-4, obra de Cristo, de cabeza, tras un saque de esquina botado por Ceballos.
Ficha técnica:
UD MELILLA: Dani Barrio, Sofian Chakla, Juanmi Carrión, Richi, Mahanan, Alfonso, Igor Martínez (Braim, 74'), Lolo Garrido (Fran Bueno, 83'), Yacine Qasmi (Briam Martín, 69'), Otegui y Ruano
Real Madrid: Keylor Navas, Odriozola, Sergio Ramos (Nacho, 46'), Javi Sánchez, Reguilón, Marcos Llorente, Dani Ceballos, Lucas Vázquez, Marco Asensio (Cristo, 82'), Vinicius Jr. y Karim Benzema (Valverde, 46')
Goles: 0-1, m.27: Benzema. 0-2, m.46+:. Marco Asensio. 0-3, m.78: Odriozola. 0-4, m.90: Cristo
Árbitros: Ricardo de Burgos Bengoetxea (vasco). Amonestó al local Sofian Chala y a los visitantes Javi Sánchez y Lucas Vázquez
Incidencias: partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el Estadio Municipal Álvarez Claro ante unos 7.000 espectadores