El Leganés y el Girona no se marcharon de vacío (1-1) en la que está llamada a ser una lucha por los puestos de promoción si el equipo gerundense mantiene su ritmo y el madrileño prosigue con la remontada de las últimas jornadas.
No daba el Girona sensación de estar incómodo. Y de hecho no necesitó demasiado para ponerse por delante. La estrategia tras una falta dejó a Stuani solo dentro del área. Golpeó el uruguayo, salió la pelota rechazada por un defensa y le cayó a Arnau, que marcó en boca de gol.
No se deshicieron pese a ello los locales, que siguieron con su idea. Y esa insistencia tuvo premio cuando al filo del descanso un gran centro de Nyom lo remató Qasmi deslizándose por el césped para hacer la igualada.