Iker Casillas ha salido esta tarde del hospital en el que fue ingresado tras sufrir un infarto en un entrenamiento con el Oporto el miércoles de la semana pasada.
La leyenda del Real Madrid y la Selección Española, ha abandonado el hospital junto a su mujer y al borde de las lágrimas, ha querido agradecer ante los medios todos los mensajes de ánimo y las muestras de apoyo que ha recibido durante todos estos días.
El portero español ha dejado claro que no piensa en el futuro: "estoy mejor. Será un reposo de un par de semanas o incluso de un par de meses, pero me da igual. Lo importante es estar aquí".