El ‘Palacio de Uceda’, es la sede de la Capitanía General de Madrid y el Consejo de Estado. El casoplón lo mandó construir el Duque de Lerma, santo patrón de todos los corruptos, y se lo acabó dando a su hijo, el Duque de Uceda, Cristóbal Gómez de Sandoval y de la Cerda, que tenía la misma sangre corrupta de su padre y menos escrúpulos que una sandía. El duque de Uceda intentó convencer a Felipe III, para que quitara de Valido a su padre, el duque de Lerma, y le pusiera a él.
Cría cuervos. Incluso, el duque de Uceda, se alió con el Conde-Duque de Olivares, que era el gran enemigo de su padre. El complot dio sus frutos y el duque de Uceda consiguió cumplir su sueño español: ser el nuevo Valido, vivir sin dar palo al agua y forrarse dando rienda suelta a sus instintos corruptos.