El edificio Carrión tiene una postalita popular. La de su esquina redondeada y coronada con el impresionante cartel de “Schweppes”, pero en la cara que da a la propia Gran Vía siempre ha sido para los madrileños el cine Capitol. El actor
Manolo Solo nos cuenta algunas curiosidades y costumbres del cine de antes. El cine Capitol, llegó a ser el cine más grande de España. La Gran Vía completa era un paseo decorado con los mejores carteles de cine que se podían ver en toda Europa. En aquella época no había trailers, la decisión de ver una película o no se tomaba en función de esas obras maestras de cartelería.
Una tarde de 1937 se estrenó “Tiempos modernos”, la obra maestra de Charles Chaplin. Verla por primera vez en esta sala tuvo que ser una experiencia impresionante para los madrileños que, además, lo hacían bajo los bombardeos.
Era la época de la fila de los mancos, aquellas filas, por lo general alejadas de la pantalla donde las parejas de la época acudían a dar rienda suelta a actividades sicalípticas. Un Madrid que ya no existe, para algunas cosas, afortunadamente.