El recordado actor Pepe Isbert y el pintor Pablo Picasso fueron vecinos en el número 5 de la calle San Pedro Mártir. En su fachada hay un bonito mural que recuerda la presencia de estos dos genios. Cuando Pepe era un niño de 11 añitos llegó Picasso, hecho un adolescente de 16. Es posible que se cruzaran en la escalera o que Picasso fuera a pedirle sal a la madre de Pepe. Nunca lo sabremos. Pero Picasso solo estuvo nueve meses.
El genial artista tuvo su etapa "simpa". Se dice que se fue dejando alguna cuenta pendiente sin pagar en la pensión. En la huida dejó la pensión llena de cuadros y dibujos. La casera cogió todos los cuadros y los dibujos del joven Picasso ¡y los quemó! ¡Madre mía! Lo que no se sabe es si la buena señora se quemó a sí misma a lo bonzo cuando vio la fortuna que había perdido