El periodista David Valldeperas nos habla de los amoríos de dos de los escritores más importantes de nuestra historia: Cervantes y Lope de Vega. Ambos se conocieron en la calle Lavapiés. Los dos eran vecinos del Barrio de las Letras, pero se conocieron en la casa del empresario teatral Jerónimo Velázquez.
Cada uno venía por diferentes motivos. Cervantes venía con la esperanza de que Jerónimo le comprara alguna de sus comedias para representarla. Lope de Vega, que era un donjuán, solo podía estar aquí por una mujer: Elena Osorio, la hija de Jerónimo. Así era Don Lope.
Al principio, Cervantes y Lope se cayeron fenomenal. Los dos escribieron maravillas del otro. Hasta que un buen día todo se torció. No queda claro por qué fue. Parece ser que Lope iba de sobrado por la vida y que Cervantes estaba entre molesto y celoso de su éxito. Dicen las malas lenguas que la cosa estalló en la calle Lavapiés tras una visita a los Velázquez. Los dos escritores acabaron gritándose frente a su portal. Aquel fue el principio de una de las enemistades más sonadas del Siglo de Oro.
Elena Osorio fue uno de los grandes amores de Lope de Vega. Y un pequeño detalle: Elena estaba casada, aunque su marido estaba haciendo las Américas. ¡Ojos que no ven, corazón que no siente!