La Iglesia de San Salvador era una parroquia muy modesta consagrada a San Salvador, con una portada muy discreta que custodiaba la imagen del Santo. Aquí estuvo enterrado Calderón de la Barca, pero al pobre lo cambiaron varias veces de sitio. Un mareo.
Una de las cosas más curiosas de esta iglesia es que la torre, las campanas y el reloj pertenecían al Ayuntamiento. La torre era tan alta que la llamaban "la atalaya de la Villa". Fue tan famosa que el novelista Luis Vélez de Guevara, situó en la torre, la acción de su novela "El diablo Cojuelo".
Este diablillo cojuelo es un personaje legendario de la mitología castellana. Se dice que es el diablo más travieso del infierno. Era tan 'diablillo' que fue el primer Ángel caído, el primero que cayó desde el cielo al infierno. Y claro, cuando todos los demás diablos fueron cayendo, aterrizaron sobre él, lo aplastaron y lo dejan cojito pa toa la vida. Y de ahí viene su nombre, Cojuelo... Irrefutable.
La parroquia estuvo medio en pie, medio en ruinas, hasta que, en tiempos de Isabel II, se derribó para hacer viviendas. La actriz y presentadora Laura Artolachipi nos cuenta su historia.