Esta es la historia de cómo lograron entrar las mujeres en la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País. Como siempre, no fue un camino fácil. Y la presidenta de la institución, Pilar Becerril, nos lo explica.
Durante el siglo XIX dos bandos se enfrentaron, El liderado por Jovellanos, que quería a las mujeres como parte de la institución, y Cabarrús, que argumentaba que las mujeres jóvenes serían una “distracción” para los honorables miembros de la sociedad. Poco después las mujeres lograron entrar bajo el amparo de la “Junta de Damas”. Y entraron trabajando.
Gracias a ellas se desechó la peregrina idea de ciertos círculos ilustrados que pretendían que las mujeres españolas vistieran… ¡un uniforme! Sí, amigos. Se intentó algo parecido a la uniformidad que Esquilache quiso imponer a los madrileños y que provocó el Motín que lleva su nombre. ¿Os imagináis a todas las mujeres de España con el mismo traje?