Envuelto entre frondosos árboles en la plaza del Rey hay una estatua épica, uno de nuestros héroes favoritos: el teniente Ruiz, protagonista de aquellos oscuros días de mayo de 1808 en los que Madrid se levantó contra los franceses.
Ruiz estaba muy malito cuando empezó la movida, pero se levantó de la cama para reforzar las tropas en el parque de Artillería de Monteleón. Le pegaron un tiro en un brazo. Siguió luchando. Le pegaron otro tiro por la espalda que le salió por el pecho. Siguió luchando hasta que se desvaneció. Se lo encontraron vivo de chiripa. ¡Había sobrevivido al asalto de Monteleón! Cuando estaba recuperándose volvió a la lucha contra el francés sin hacer ni caso su médico ni a sus amigos. Le destinaron a Badajoz, pero no pudo llegar porque estaba tan malamente que murió de camino.
Teniente Ruiz, El punto sobre la Historia te dice "¡Olé tus gónadas!".