Según un estudio integrar palabrotas en el discurso refleja que somos más inteligentes
REDACCIÓN
Decir palabrotas es sano para nuestra salud mental. Según diversos estudios, realizados en varias Universidades de Estados Unidos e Inglaterra, integrar palabrotas en el discurso refleja que somos más inteligentes, hace que el mensaje que transmitimos sea más persuasivo y nos ayuda a liberarnos de rabia. Además, decir una palabrota después de habernos dado un golpe muy doloroso nos ayuda a manejar el grado de dolor que sufrimos.
Al soltar una palabra malsonante también estamos liberándonos emocionalmente, lo que ayuda a nuestro cuerpo a aliviar el estrés.