Figuritas del belén, bromas, disfraces, cotillones, bocadillo de calamares... Todo estaba en el aire, pero finalmente este año sí habrá mercadillo de navidad en la Plaza Mayor a pesar del coronavirus.
Los comerciantes trabajan ya en el montaje de las paradas para que esté todo preparado el próximo 27 de noviembre, el día elegido para inaugurar uno de los espacios navideños más típicos de Madrid.
El tradicional mercadillo cuenta con más de cien años de historia y en esta edición se extremarán las medidas sanitarias para garantizar la seguridad de todos los visitantes.
Se instalarán controles de aforo en las entradas y salidas de la Plaza Mayor; solo podrán entrar al recinto un total de 232 personas. Además habrá más espacio entre los puestos porque solo se montarán el 50% de las casetas.
Los comerciantes son conscientes de que este año las ventas van a reducirse, aunque no por ello pierden la esperanza:“Sabemos que no vamos a vender como en años anteriores y que la cosa estará floja, pero esperamos al menos sacar algo de beneficio”, cuenta uno de ellos.