Es fundamental en los próximos años mejorar el conocimiento biológico de los tumores infantiles que permita el desarrollo de fármacos específicamente dirigidos a tumores pediátricos. Sin perder ese objetivo, las buenas noticias en el cáncer infantil, como el aumento de la supervivencia, permiten albergar un futuro prometedor.
Los tipos de cáncer pediátrico son distintos de los de adultos, predominando los tumores de origen embrionario en vez de los carcinomas. La falta de acceso a modelos de laboratorio y a muestras tumorales que permitan un adecuado estudio de la biología de los tumores infantiles hace necesario potenciar las posibilidades diagnósticas.
Como señala en Fórmula Salud la presidenta de Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátricas y jefa de sección de la Unidad de Onco-Hematología Pediátrica del hospital universitario Virgen Macarena de Sevilla, Ana Fernández-Teijeiro Álvarez, “en España no todos los centros pueden acceder al diagnóstico molecular que hace más eficaz la lucha contra el cáncer. El diagnóstico molecular del tumor es imprescindible para poder pronosticar su evolución y determinar cuál es el tratamiento más adecuado que debe darse al niño, lo que se conoce como medicina de precisión o personalizada”.