A María no la aceptan como bailarina por tener sobrepeso: "No quiero gordas en el videoclip"

La televisión, el cine, la industria musical y, ahora, las redes sociales muestran estándares de belleza de cuerpos delgados como el modelo perfecto, algo que suele excluir a mujeres con una talla superior.

Avalados por la Asociación Asepo vamos a basar el guion de nuestra cámara oculta en el testimonio de la bailarina María Rodríguez. Desde muy pequeña quiso ser bailarina profesional, pero se ha tenido que enfrentar a numerosos prejuicios debido a su obesidad.

“Yo iba como bailarina e hice mi trabajo normal. Pero al tiempo me enteré de que allí no me querían, que cuando llegué dijeron que qué hacía allí una gorda. Pero la persona que me llevó a ese trabajo me defendió y pude hacerlo”, cuenta María.

Para grabar nuestra cámara oculta hemos escondido las cámaras y micrófonos en un centro comercial. En la situación que planteamos, María es una bailarina a la que han contratado para participar en el último videoclip del cantante de flamenco fusión León Bravo, que colabora con nosotros para denunciar este tipo de discriminación a las personas con sobrepeso.

Todo el set de rodaje del videoclip está montado en el centro comercial. Pero, durante la grabación, el coreógrafo discriminará a María por su peso: no quiere bailarinas de tallas grandes en su videoclip. ¿Encontraremos a alguien que acuda en su defensa?

Muchos clientes del centro comercial se paran ante el rodaje del videoclip para curiosear y hacer fotos. Mientras, el actor que hace de coreógrafo dirige la escenografía. En la escena aparece María, que ha sido contratada como una de las bailarinas principales del videoclip.

Nada más verla el coreógrafo, la coloca como una de las figurantes, ya que no le hace ninguna gracia que forme parte del elenco de bailarinas. “¿Tú la estás viendo? Tiene que haber un error. Es el doble de las demás chicas”.

Alrededor de la escena hay clientes del centro comercial que se están enterando de todo e, incluso, se están yendo al escuchar comentarios del tipo “no quiero a ninguna gorda en el videoclip”.

La señora de la mascarilla azul, por ejemplo, se ha marchado evidentemente molesta. “¿Por qué esté gorda no puede bailar?”. Sin embargo, el coreógrafo sigue a lo suyo: “¿Tú crees que esta chica va a bailar con las carnes que tiene?”.

La señora se derrumba: la situación le ha superado. Esta mujer se ha negado a participar en la grabación de un videoclip que no acepta a chicas gordas como bailarinas, se ha encarado con el coreógrafo y ha empatizado con la historia de María. Es por eso que salimos a decirle que… ¡Es una persona maravillosa!