Los fármacos de la conocida como GLP-1, el más famoso es OZEMPIC, indicado especialmente para tratar la diabetes, están siendo consumidos para otra cosa: adelgazar.
Aunque la agencia del medicamento no lo ha autorizado para ese uso. En concreto, el 57% de las recetas del fármaco no son para personas diabéticas.
Además, 6 de cada 10 envases vendidos en farmacias están fuera de la financiación del sistema nacional de salud. Sólo en 2022 se vendieron 3,6 millones de cajas.
Son muchos los que están consiguiendo la receta aunque no sean diabéticos y es que la diferencia es sustancial: la caja con 4 inyecciones con receta cuesta poco más de 4 euros, al mes unos 50, y sin receta el precio es de 128 euros.
El problema es que está generando una escasez del medicamento que lleva a que los diabéticos tengan serios problemas para encontrarlo. Los farmacéuticos piden que se recete sólo a pacientes para los que esté indicado.
El boom por conseguir el ansiado medicamento comenzó hace un año y desde entonces, el desabastecimiento es la tónica en las boticas.
Como en las farmacias es imposible conseguirlo sin una receta, el mercado negro se ha convertido en nicho de ventas. La droga de Hollywood lo han llegado a llamar después de que varias actrices e instagramers contaran sus milagros como adelgazante. Pero el Ozempic sólo está destinado a pacientes con diabetes 2 , pacientes que a su vez suelen pueden padecer obesidad.
Desde las farmacias insisten es necesario educar en una vida saludable.